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El Sistema Estomatognático: Un Sistema Complejo (I)

06/04/2005

*Dr. Mario Beszkin  **Dra. Edith Losoviz  ***Dr. Luis Zielinsky 
* Jefe del Servicio de Rehabilitación Dento-Implanto Asistida. AAO. 
** Jefa del Servicio de Atención de Pacientes con Deformidades Dentomaxilofaciales. AAO. 
*** Director de la Carrera de Especialista en Ortodoncia  
RAAOVol. XLIV / Núm. 1 • Enero – Abril de 2005 (en línea)            Bajar archivo

“… las partículas de materia aisladas son abstracciones; la única manera en que podemos definir y observar sus propiedades es a través de la interacción que establecen con otros sistemas”             
Niels Bohr (Copenhague 1885-1962)
Resumen           
La Odontología tiene como campo de acción una región de gran complejidad estructural, dinamismo y cambios continuos, lo cual la hace necesariamente compleja. La cabeza humana actual puede ser vista filogenéticamente como el resultado de una competencia evolutiva entre órganos sensoriales por una cantidad de espacio limitada 1 . Continuos cambios en su orientación postural están asociados con sus funciones, de forma tal que, la masticación, la respiración, la articulación de la palabra, y la deglución pueden ejecutarse simultáneamente y cambiar de una otra con gran precisión en sólo milésimas de segundos. El conocimiento científico (nuestra profesión pertenece al campo de la ciencia y no de las artesanías) fue concebido durante mucho tiempo, y aun lo es a menudo, como teniendo por misión la de disipar la “aparente” complejidad de los fenómenos, a fin de revelar el orden simple al que obedecen. Se ha querido ver en la complejidad un obstáculo interpuesto por la naturaleza para proteger el secreto de sus leyes, que son simples 2. 
El objetivo de este artículo es plantear, a la luz de los conocimientos actuales, el concepto de que el Sistema Estomatognático pertenece al campo de los sistemas complejos y que debe ser abordado desde el pensamiento complejo. En otras palabras, no estamos tratando con la acumulación de elementos simples y sus leyes sino de leyes complejas que “no” son la sumatoria de las anteriores. 
Apartados:  

  • Composición de un Sistema Complejo 
  • Concepto de Emergente 
  • Reduccionismo
  • Sistemas Abiertos
  • Historicidad de los Sistemas Complejos

Ver Conclusiones

El Sistema Estomatognático: Un Sistema Complejo (Conclusiones)

05/04/2005

*Dr. Mario Beszkin  **Dra. Edith Losoviz  ***Dr. Luis Zielinsky 
* Jefe del Servicio de Rehabilitación Dento-Implanto Asistida. AAO. 
** Jefa del Servicio de Atención de Pacientes con Deformidades Dentomaxilofaciales. AAO. 
*** Director de la Carrera de Especialista en Ortodoncia  
RAAO• Vol. XLIV / Núm. 1 • Enero – Abril de 2005 (en línea)            Bajar archivo

Conclusiones   (Ver parte I)
De lo expuesto, se puede pensar la odontología, básicamente, desde dos modelos: uno biológico y otro mecánico 14. Para aclarar términos recurriremos nuevamente a Mario Bunge: 
“¿Qué es la vida? Este problema pertenece a la intersección de la Filosofía con la Biología. Se le han dado básicamente tres respuestas: una vitalista, una mecanicista y una organicista (o biosistémica). El vitalismo es un caso especial del idealismo, ya que sostiene que lo que caracteriza la vida es una entidad inmaterial (entelequia, élan vital, fuerza constructiva, etc). Ningún biólogo contemporáneo, por religioso que sea, se atreve a adoptar el vitalismo, ya que éste no es comprobable científicamente ni es compatible con la biología molecular ni con la evolución. El mecanicismo sostiene que los seres vivos no son sino entidades físicas complicadas: niega que haya una línea divisoria neta entre lo vivo y lo no vivo. Pero esto no explica por qué la biología posee conceptos peculiares, tales como los de la descendencia, aptitud darwiniana, mutación y selección natural. El biosistemismo empieza por admitir la peculiaridad de lo viviente. Los seres vivos son sistemas físico-químicos, pero la recíproca es falsa: la mayoría de los sistemas físico-químicos no son vivientes. 
En otras palabras, la vida es una propiedad emergente de sistemas materiales”. 
Mecanicismo es la “teoría que pretende explicar los fenómenos vitales por las leyes físicas de la mecánica”8. 
La indudable presión ejercida por el desarrollo de las tecnologías en Odontología y su componente comercial inducen a la profesión a ceder a la tentación absurda de tratar de encasillar el caso clínico en una técnica, contra toda razón biológica, la cual indicaría un camino inverso, es decir, desde el paciente y su problemática recurrir a un abanico de posibilidades terapéuticas. 
Los autores del presente artículo adherimos a la visión biosistémica de la Odontología. Se trata de abordar el caso clínico desde una visión biológica como la biotipología, los diferentes patrones funcionales, la comprensión de la variabilidad en la búsqueda de objetivos estéticos, etc. 
Una expresión mecanicista sería, en Ortodoncia, la utilización de técnicas estandarizadas, normatizadas, e impuestas por el mercado, capaces de seducir, como expresa Barry Mollenhauer 15 con la simplicidad de las “recetas de cocina.” 
“Esto tiene la ventaja de ser simple para enseñar, pero desafortunadamente, da la idea que se obtienen resultados predecibles y garantidos. La palabra técnica también tiene esta connotación y debería ser considerado un anacronismo en ortodoncia. Aunque el entrenamiento tiene que comenzar en alguna parte y obviamente con lo básico, ha sido una tendencia desafortunada quedarse en ese nivel”. 
En sus opiniones podemos observar una crítica a las formas deterministas de abordar las cuestiones. Consideramos interesante transcribir otro tramo del mismo artículo: 
“A pesar del idealizado VTO* proporcionado por algunas compañías comerciales, los pacientes con la misma morfología no responden de la misma manera, a la misma aparatología, con las mismas activaciones. Lo que es más, aun el mismo paciente puede responder diferentemente en diferentes momentos. Por ej., los clínicos pueden esforzarse por reducir un overbite excesivo durante muchos meses, un año o más, cuando sorpresivamente se observan claros signos de esta reducción entre una cita y otra. Lo mismo puede aplicarse a pacientes de un tipo dolicofacial promedio quien tiene limitado overbite al comenzar el tratamiento, y produce inoportunamente una franca mordida abierta durante el mismo. En otras palabras, no es posible predecir con gran certeza y seguridad cuáles pacientes sufrirán rotación de la mandíbula hacia abajo y atrás y cuándo. Por lo tanto medidas interceptivas no pueden ser aplicadas rutinariamente.” 
La cuestión no es desvalorizar las técnicas, sino ubicarlas en su justo lugar. Primero está el conocimiento científico, luego las resoluciones prácticas de los problemas. Dice William Mc. Horris: “La Odontología más sofisticada del mundo, no es sino un ejercicio en los fundamentos (…) sólo las técnicas y los materiales han cambiado”16. La Ciencia Odontológica, en algunas escuelas, tuvo la capacidad de elevarse por encima de concepciones mecanicistas reflejándose en la evolución semántica. 
Escribe Vartan Behsnilian 17: 
“Hasta hace poco tiempo, las publicaciones científicas odontológicas utilizaban el término oclusión dentaria para referirse a las relaciones estáticas de contacto entre las superficies oclusales. Mientras que se reservaba el término articulación dentaria para referirse a las relaciones dinámicas de contacto interoclusal en los movimientos friccionales de la mandíbula.” … “El concepto de sistema masticatorio también ha sufrido una notable evolución. 
Entre la primera concepción relacionando sólo los dientes con las articulaciones temporomandibulares en un enfoque puramente mecanicista, y la concepción actual, fisiológica, con intervención decisiva de las estructuras periodontales y fundamentalmente de la energía neuromuscular, hay un abismo.” … “El sistema masticatorio tal como se entiende actualmente y mejor denominado Sistema Estomatognático, es una entidad fisiológica, funcional perfectamente definida, integrada por un conjunto heterogéneo de órganos y tejidos, pero cuya biología y fisiopatología son absolutamente interdependientes. 
La integración de estos elementos anatómicamente tan disímiles, en un sólido e indivisible sistema funcional, no ha surgido espontáneamente ni caprichosamente, ni es la idea genial de un investigador aislado; sino que es el resultado de un proceso evolutivo, de una maduración en el pensamiento científico odontológico”. 
“Así, la actividad de los investigadores sobre oclusión, que estaba basado en los no siempre fieles datos recogidos en animales, cadáveres y articuladores, pudo ser trasladada directamente al ser humano viviente normal y patológico; y al fin, la Odontología pudo orientar la búsqueda de la respuesta a sus inquietudes, dudas e ignorancias, con un enfoque realmente biológico”. 
El pensamiento complejo no tiene por objeto “complicar” los problemas, sino abordarlos desde otra perspectiva. 
El diente es un sistema complejo a determinado nivel de abstracción. Si agregamos el hueso alveolar y la membrana periodontal estamos ante otro sistema complejo, de otro nivel de abstracción superior. Si agregamos el resto de los componentes del Sistema Estomatognático estamos ante otro nivel de abstracción, más superior. Cuando analizamos “el factor dentario”, “el factor óseo”, “el factor neuromuscular”, estamos analizando niveles de abstracción, lo cual “está bien” si desde un pensamiento complejo tenemos en cuenta, al analizar los factores mencionados, la interacción existente entre ellos. 
Así, algunos niveles de abstracción que podemos identificar son quarks, partículas subatómicas, átomos, moléculas, proteínas, células, organismos, sociedades, ecosistemas, sistemas planetarios, galaxias, universo. Las ciencias actuales describen distintos niveles de abstracción. 
Sintetizando, citaremos a Edgar Morin 18: “La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado. Pero nos vuelve prudentes, atentos, no nos deja dormirnos en la mecánica aparente y la trivialidad aparente de los determinismos”. … “Sacudir esa pereza del espíritu es una lección que nos da el pensamiento complejo”. … “El pensamiento complejo no rechaza, de ninguna manera, a la claridad, el orden, el determinismo. Pero los sabe insuficientes, sabe que no podemos programar el descubrimiento, el conocimiento, ni la acción. 
La complejidad necesita una estrategia. Es cierto que, los segmentos programados en secuencias en las que no interviene lo aleatorio, son útiles o necesarios. En situaciones normales, la conducción automática es posible, pero la estrategia se impone siempre que sobreviene lo inesperado o lo incierto, es decir, desde que aparece un problema importante. 
El pensamiento simple resuelve los problemas simples sin problemas de pensamiento. El pensamiento complejo no resuelve en sí mismo los problemas, pero constituye una ayuda para la estrategia que puede resolverlos.” … 
“La complejidad se sitúa en un punto de partida para una acción más rica, menos mutilante. Yo creo profundamente que cuanto menos mutilante sea un pensamiento, menos mutilará a los humanos. Hay que recordar las ruinas que las visiones simplificantes han producido, no solamente en el mundo intelectual, sino también en la vida. Suficientes sufrimientos aquejaron a millones de seres como resultado de los efectos del pensamiento parcial y unidimensional.”
*Aclaración:  VTO: Visual Treatment Objective – Objetivos visuales del tratamiento